Sociedad y Cultura — 9 de marzo, 2015
La gallega acaba de ganar el premio Tandaia con su novela "Wolframio"
La relación entre los nazis y un pequeño pueblo gallego durante la II
Guerra Mundial constituye el argumento de la última novela de la joven
escritora compostelana Ainhoa Rebolledo (Santiago, 1987). Su obra
"Wolframio", que ya consiguió estar entre los finalistas del último
premio Herralde organizado por la editorial Anagrama, ha logrado ahora
el galardón otorgado por la editorial Tandaia. "Wolframio" se impuso a
más de 200 novelas procedentes de toda España.
—"Wolframio"
es una historia de cómo se vivió en Galicia la Segunda Guerra Mundial,
pero mantiene una vertiente personal, relacionada con su familia, ¿no es
así?
—El libro cuenta una historia de mi familia. Se
centra en la época en que mi abuela vivió en un pueblecito de Silleda
que se llama Fontao, donde pudo compartir todo el periodo que pasaron
los nazis en Galicia. Pero la novela tiene también una gran parte de
ficción.
—Explora una conexión no muy conocida entre Galicia y el conflicto.
—Durante
la II Guerra Mundial, a raíz del conflicto ruso, se cortaron las vías
de acceso a China. Entonces Franco, en una especie de cooperación con el
régimen nazi, les ofreció el wolframio, que es un mineral que los nazis
usaban para revestir los armamentos con los que llevaban a cabo
bombardeos. Hubo una conexión muy grande entre Galicia, particularmente
Fontao, y el régimen nazi.
—Este libro representa un cambio con respecto al tipo de narrativa que venía desarrollando hasta ahora.
—Sí,
es un cambio. Ya había publicado un libro que era una especie de
autobiografía contada a partir de una bicicleta ("Mari Klinski"), y
luego escribí otro titulado "Tricot", que está más enfocado a las
mujeres jóvenes, dentro de un tipo de literatura que algunos llaman "Alt
Lit". Trata de chicas veinteañeras que viven en Barcelona y sufren
desamores. También tengo otro que se llama "Antropología de la noche
madrileña", que solo está disponible en ebook. Después de estos libros,
decidí que había llegado el momento de escribir algo más serio, más
tranquilo y también más para todos los públicos.
—También
escribe en blogs de Internet y es activa en redes sociales, ¿la nueva
generación de escritores está acabando con el tópico del escritor ajeno a
este tipo de plataformas?
—Sí, yo creo que actualmente
ya no quedan escritores que vivan encerrados en su "jaula", al estilo de
Salinger. Seguramente hay excepciones, pero la mayoría son activos en
las redes, se dejan ver, van a presentaciones y actos, conocen al máximo
número de escritores que pueden? Se busca estar en contacto. Yo, además
de los libros, tengo una columna en un blog que se llama "El butano
popular", donde también escribe, entre otros, Julián Hernández.
—¿Qué tipo de libro le gustaría escribir ahora?
—Es que a mí el libro que me gustaría escribir es "Wolframio", que es el que he escrito.
—¿Y cuál sería el que nunca escribiría?
—Pues
uno de autoayuda o empresarial; son libros que odio. Particularmente,
los libros de no ficción de autoayuda me parecen soporíferos y
horribles. Sin embargo, eso es lo que más se vende ahora. La gente,
aunque está al tanto de las novedades, no lee novela contemporánea.
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